jueves, 2 de septiembre de 2010

La Regla De Oro (Lucas 6:31)

"Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos."
Lucas 6:31








Anécdota: D.L. Moody

 "EL ECO"

Quizás ustedes hayan oído el cuento del muchacho que vivía en un bosque. Un día creyó escuchar la voz de otro chico, allá a lo lejos. Gritó - ¡Hola! ¡Hola! - y la voz le respondió - ¡Hola! ¡Hola! - El niño no sabía que se trataba del eco de su propia voz, y entonces comenzó a gritar insultos que eran contestados inmediatamente.
Después de un rato, entró a su casa y le contó a la madre que había un muchacho muy malo en el bosque. La madre, que comprendió el caso, le dijo que le hablara bondadosamente al muchacho para ver si le respondía del mismo modo.
El chico salió de nuevo, hizo la experiencia, y encontró que sus palabras de cariño eran contestadas de la misma manera.


Reflexión:

El texto que estamos usando como base para esta reflexión expresa claramente como el Señor Jesucristo nos manda a tratar a los hombres como queremos que estos nos traten a nosotros.

Quiero resaltar que el texto NO DICE que los hombres nos trataran de la misma manera en que nosotros les tratemos, de hecho, el contexto en el cual encontramos este pasaje es en el momento en que Jesús enseña sobre amar a los enemigos, hacer bien a los que nos odian y bendecir a los que nos maldicen.  De qué estamos hablando?  

Muchas veces tratamos a los demás esperando un trato igual de su parte, incluso amparándonos en pasajes como este sobre la regla de oro.  Sin embargo, el Señor no nos está diciendo que recibiremos un trato igual al que demos, simplemente nos dice que hagamos lo que queremos que nos hagan, no importando que recibamos lo contrario a lo que damos.  

He compartido en varias sesiones de consejería acerca de un hecho real y es el siguiente: "las personas no siempre harán lo que deben hacer, y peor aun, lo que esperamos que ellos hagan".  Ahora bien, no estamos condicionados a tratar como esperamos que nos traten, sólo cuando estemos recibiendo reciprocidad en ello.  Más bien, Cristo nos manda a tratar como queremos que nos traten, independientemente de lo que recibamos.

Estoy seguro que a la mayoría, sino a todos, nos encanta que nos traten bien, con respeto, delicadeza, amor, etc., y sobre todo que no nos dañen.  Entonces, hagamos lo mismo.

Recordemos "La Regla De Oro":
"Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos."
Lucas 6:31.

Bendiciones!!!

Jesús Reyes
Al Servicio De Cristo!!!







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